Nacida en Brooklyn, Helene se trasladó a Siracusa de joven para trabajar en las oficinas de la L.C. Smith Typewriter Company. Mientras trabajaba allí, conoció y se casó con Arthur Schroeder, presidente de A.C. Schroeder Company. Helene y su marido llevaban mucho tiempo viviendo en Skaneateles y disfrutaban viajando por todo el mundo. Su recuerdo más entrañable fue un emocionante paseo en camello durante un viaje al Lejano Oriente. A pesar de su amor por tierras lejanas, Helene nunca olvidó sus raíces en el centro de Nueva York. Cuando falleció, su testamento ordenó la formación de este fondo en beneficio de la zona que ella amaba.
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