Informe Anual 2021
Este informe abarca las actividades que tuvieron lugar entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de marzo de 2021, un periodo de nuestra experiencia colectiva marcado por el dolor y la incertidumbre. Nos enfrentamos a momentos, individualmente y como comunidad, que podrían habernos puesto de rodillas. Fuimos testigos y soportamos dolor, pérdidas y traumas; estas penurias se magnificaron para las comunidades vulnerables debido a la pobreza y a las disparidades raciales. Pero también hubo momentos de ajuste de cuentas, resistencia y resiliencia, momentos de avance hacia la esperanza y el cambio, y contra la adversidad. Permanecimos juntos. En un momento en que se nos exigía permanecer separados para mantenernos a salvo a nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestros amigos y vecinos, nuestra comunidad de socios y donantes cívicos y sin ánimo de lucro encontró formas de colaborar por encima de las divisiones digitales y sociales. En marzo y abril de 2020, nos asociamos con el gobierno local y los financiadores regionales para crear una serie de Fondos de Apoyo Comunitario COVID-19 en toda nuestra área de servicio. Reforzados por una avalancha de apoyo de titulares de fondos y donantes, estos fondos proporcionaron subvenciones de ayuda rápida a las personas, comunidades y organizaciones sin ánimo de lucro más afectadas por los impactos del COVID-19. Nos mantuvimos firmes en nuestro compromiso de avanzar en la igualdad racial. La visión de la Fundación Comunitaria prevé una comunidad próspera con oportunidades para todos, pero sabemos que esta visión no podrá hacerse realidad hasta que hayamos erradicado el sesgo sistémico. En junio de 2020, pusimos en marcha nuestra prioridad de financiación Equidad y Excelencia Negras, junto con una inversión inicial de 1 millón de dólares, para abordar las disparidades causadas por 400 años de racismo antinegro y avanzar en soluciones y oportunidades equitativas para y por la comunidad negra local. Esta iniciativa, apoyada por el personal, la junta directiva, los donantes y los socios comunitarios, nos ha ayudado a examinar más detenidamente cómo y a quién financiamos, estimulando el diálogo comunitario y estableciendo nuevas conexiones con organizaciones dirigidas por negros. Nos levantamos para que nos contaran. Todo el mundo cuenta, y por eso apoyamos los esfuerzos locales y estatales para garantizar que todos los residentes del centro de Nueva York fueran contados en el censo de 2020. Se calcula que por cada persona no censada, las comunidades pierden 1.000 dólares de financiación al año para hospitales, escuelas, transporte, parques y organizaciones sin ánimo de lucro. La contabilización de cada persona que vive en nuestra región repercutirá en la asignación de fondos gubernamentales, la representación en el Congreso y las inversiones del sector privado que lleguen a nuestra comunidad en los años venideros. Las organizaciones sin ánimo de lucro también confían en los datos de las zonas censales para comprender mejor dónde están teniendo un impacto geográfico basado en la residencia de las personas a las que sirven. Sólo tenemos que mirar dentro de nosotros mismos y de nuestra comunidad común para ver el verdadero poder de la resiliencia. Lo reconocerás en las historias que llenan estas páginas y en los rostros de tus vecinos, tus colegas y tus hijos. La resiliencia no es tanto la capacidad de resistir la adversidad como la capacidad de levantarse después de haber sido derribado, de oponerse a la injusticia y de permanecer unidos cuando es demasiado difícil recorrer el camino en solitario. Gracias por permanecer firmes con nosotros este año y en los días venideros.