Qué regalar

La donación en metálico es el tipo de donación benéfica más popular por su sencillez.

Las donaciones de acciones, bonos y fondos de inversión apreciados dan lugar a una deducción benéfica por el valor total de mercado de los bienes donados, aunque los hayas comprado por mucho menos. También evitarás el impuesto sobre plusvalías, dinero que tendrías que pagar si liquidaras tus participaciones. Ver las instrucciones de transferencia de acciones y fondos de inversión.

Puedes nombrar a la Fundación Comunitaria beneficiaria única de una póliza de seguro de vida o transferir la titularidad y recibir una deducción fiscal por el valor en efectivo de la póliza. Si sigues pagando primas para mantener la póliza al día, también pueden dar derecho a deducción.

Después de los 59 ½ años, puedes hacer una distribución sujeta a impuestos de tu IRA Tradicional sin penalización. Puedes utilizarlo de cualquier forma, incluida la contribución a obras benéficas. Si detallas tus deducciones benéficas, la donación de la distribución de tu cuenta IRA debería proporcionarte una deducción benéfica que compense tus ingresos. Cuando llegues a los 70 años y medio, también hay una forma de transferir una donación de tu cuenta IRA a una organización benéfica sin que se contabilice en tus ingresos ni esté sujeta a impuestos. Es lo que se denomina “distribución benéfica cualificada” (QCD), más comúnmente conocida como “reinversión benéfica IRA”. Es una forma fácil y cómoda de hacer una donación de lo que podría ser uno de tus principales activos. Puede permitirte mantener o incluso aumentar tus donaciones a medida que cambie tu flujo de efectivo en la jubilación y puede contar para tu distribución mínima obligatoria. Para poder optar a ella, la transferencia debe ir directamente de tu cuenta IRA a la organización benéfica, no puede superar los 100.000 $ y debe hacerse directamente. Está prohibido hacer donaciones caritativas de reinversión IRA a fondos asesorados por donantes o vehículos de ingresos vitalicios, como anualidades de donaciones caritativas o fideicomisos de remanentes caritativos.

Las Cuentas Individuales de Jubilación (IRA) están pensadas para mantener tu estilo de vida durante la jubilación. Si estos fondos no son necesarios para tus gastos cotidianos, puedes utilizarlos para apoyar tus donaciones benéficas nombrando beneficiaria a la Fundación Comunitaria. La eficiencia fiscal se maximiza porque no se atribuye ningún impuesto sobre el patrimonio ni sobre la renta a tus activos de la cuenta IRA donada. Esta opción permite que el 100% de los activos de tu cuenta IRA se destinen a un fin benéfico que sea importante para ti y también permite que tu patrimonio reclame una deducción benéfica del impuesto de sucesiones.

Donar las acciones de tu empresa a la Fundación Comunitaria te ofrece una deducción benéfica por el valor justo de mercado tasado y te evita el impuesto sobre plusvalías. En una fecha posterior, tu empresa puede rescatar las acciones a su valor justo de mercado o pueden venderse directamente.

Ya se trate de una vivienda, un edificio o un terreno, podemos ayudarte a convertir este bien en una donación benéfica. Podemos aceptar la donación directamente o establecer un fideicomiso que permita que la donación produzca ingresos para ti.

Puedes nombrar a la Fundación Comunitaria para que reciba la totalidad o una parte de tu patrimonio a través de tu testamento. Al hacerlo, puedes reducir los impuestos sobre el patrimonio y, al mismo tiempo, apoyar a tu comunidad. Puedes dar una cantidad concreta en dólares, bienes o un porcentaje de tu patrimonio.

Las anualidades benéficas ofrecen simplicidad e ingresos. Tú o alguien que designes podéis recibir una renta vitalicia a cambio de tu donación. Tendrás derecho a una deducción benéfica y podrás reducir o aplazar el impuesto sobre plusvalías.

Un fideicomiso caritativo principal o varios tipos de fideicomisos caritativos remanentes crean opciones valiosas en la planificación del patrimonio al proporcionar la máxima flexibilidad para transferir activos o asegurar una renta vitalicia para los beneficiarios.

La donación de una participación residual en una vivienda personal te permite seguir ocupándola sin interrupciones. Obtienes una deducción benéfica en el impuesto sobre la renta por el valor actual del interés restante.