Robert Pietrafesa tuvo una distinguida carrera de cuatro décadas en la confección de ropa a medida para hombre. Junto con su hermano, convirtió el negocio familiar en un gran proveedor de ropa masculina de calidad para tiendas de lujo. Tanto él como su esposa, Anne, participaron activamente en organizaciones cívicas, filantrópicas, educativas y eclesiásticas durante toda su vida. Sus contribuciones a las causas del centro de Nueva York han dejado sin duda una huella duradera en la región. Tras el fallecimiento de sus padres, los cinco hijos de Robert y Anne donaron los activos de la fundación privada de la familia para establecer este fondo como recordatorio permanente a las generaciones futuras de que sus padres se preocupaban profundamente por la gente del centro de Nueva York.
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