Mientras crecía en el centro de Nueva York, a Tracy Haylor le encantaba nadar, jugar al aire libre y disfrutar de los veranos. Durante sus años de juventud, pasaba muchas horas jugando con telas para crear trajes para sus muñecas. Siempre le gustaron los tejidos. A lo largo de los años, perfeccionó sus habilidades artísticas en dibujo y pintura y ganó premios por su trabajo durante el instituto. En la universidad, descubrió el tejido, el hilado y las artes de la fibra y empezó a trabajar con el medio del que se enamoró de niña. Después de la universidad, trabajó con niños para compartir con ellos su amor por las fibras.
Tracy falleció en 2006, pero su amor por las fibras y la artesanía fina hecha a mano perdura a través de este fondo, creado por su familia. Este fondo honra la excelencia artística y los altos niveles de artesanía entre los jóvenes artistas, con especial preferencia por los estudiantes que participan en el concurso Scholastic Arts en las áreas de artesanía fina, como textil, cerámica, carpintería, joyería y técnicas mixtas.
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