Los amigos y familiares de John F. Marsellus le recuerdan como un líder cívico que amaba de verdad el centro de Nueva York. Su pasión por la comunidad se hizo evidente a través de su continua implicación en muchas organizaciones, como miembro del consejo de la Fundación Comunitaria, la Asociación de Fabricantes de CNY, el Museo de Arte Everson, Ducks Unlimited, YMCA y miembro fundador de la Asociación de Desarrollo Metropolitano (ahora CEO de CenterState).
Marsellus era la tercera generación de su familia que dirigía la Marsellus Casket Company de Siracusa. La empresa, fundada por su abuelo en 1872, gozaba de reputación mundial por ser el principal fabricante de ataúdes de madera noble.
En 1973 creó un fondo asesorado por donantes, que durante casi 30 años administró sus donaciones benéficas. En el momento de su muerte, en 2000, su plan sucesorio incluía nombrar a la Fundación Comunitaria en su testamento como principal beneficiaria. Sabía que este acto de generosidad continuaría con sus donaciones benéficas a perpetuidad y, al mismo tiempo, aumentaría la financiación que podíamos distribuir a organizaciones sin ánimo de lucro merecedoras de nuestro apoyo.
En concreto, el Fondo John F. Marsellus apoya proyectos que fomenten la educación, las artes, los centros de aprendizaje, el ocio, la conservación del medio ambiente, la infancia local y la accesibilidad de la asistencia sanitaria. En los últimos 15 años, ha apoyado casi 1.000 programas benéficos locales.
Además, el fondo apoya y promueve varias de nuestras iniciativas comunitarias, incluido el Programa Marsellus de Desarrollo Ejecutivo, que ofrece oportunidades de mejora del liderazgo a ejecutivos de personal de organizaciones sin ánimo de lucro.
Marsellus dijo una vez: “Para el futuro, confío plenamente en la administración de las inversiones de la Fundación y en que mi fondo seguirá creciendo y prestando apoyo a importantes organizaciones comunitarias.”
Al igual que hizo en su vida cotidiana, su legado seguirá enriqueciendo la vida de generaciones de residentes de la zona gracias a su meditada planificación y a su compromiso con el centro de Nueva York.
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