En la foto de arriba: Shelly sentada en el salón situado en el ala renovada de la Casa de Huéspedes de Sarah | Foto: Ben Cleeton

CRÉDITO: Ben Cleeton
Imagina un mundo en el que nadie tenga que soportar solo el estrés de un tratamiento médico. Un lugar donde pacientes y cuidadores puedan encontrar descanso, apoyo y un sentimiento de comunidad durante algunos de los momentos más difíciles de la vida. Ésta es la visión de Sarah’s Guest House: un refugio de comodidad que ofrece alojamiento, comidas y transporte gratuitos a quienes reciben atención médica en el centro de Nueva York. Una visión que la organización ha hecho realidad para cientos de pacientes y familias cada año.
Para Shelly, Sarah’s Guest House ha sido algo más que un lugar donde alojarse: ha sido un salvavidas. Nacida y criada en el condado de Onondaga, el viaje de Shelly la llevó por todo Nueva York, pero nunca esperó volver en circunstancias tan difíciles. En octubre de 2023 le diagnosticaron una forma agresiva de cáncer de mama, que requería frecuentes viajes a Upstate Medical para recibir quimioterapia y radioterapia. Los agotadores tratamientos la dejaron demasiado débil para hacer el largo viaje de vuelta a casa, al condado de Cayuga.
“Antes era conductora de Uber y formaba parte de un grupo musical, y podía pasar 36 horas sin dormir”, cuenta Shelly. “Pero después de la quimio, estoy tan agotada que puedo dormir 15 horas seguidas. Nunca pensé que me costaría conducir, pero se hizo imposible”.
Fue entonces cuando intervino Sarah’s Guest House. Con comidas calientes, un lugar seguro para descansar e incluso transporte de ida y vuelta a las citas, Shelly no sólo encontró alivio, sino también una comunidad.
“Me costaba pagar la gasolina y no sabía cómo iba a hacerlo”, recuerda. “Cuando la Casa de Huéspedes de Sarah me abrió sus puertas, se me quitó un gran peso de encima. Fue el mayor regalo”.
La conexión de Shelly con la Casa de Huéspedes de Sarah va más allá del apoyo práctico. Encontró camaradería entre los voluntarios y otros huéspedes, muchos de los cuales se enfrentaban a luchas similares.
“He conocido a gente con el mismo tipo de cáncer que yo. Compartimos historias, miedos y esperanzas”, dijo. “Aunque alguien no esté pasando exactamente por lo mismo, aquí hay una comprensión compartida. Eso marca la diferencia”.
El Director Ejecutivo de Sarah’s Guest House, David Haas, destacó la importancia de esta conexión. “Los problemas médicos no sólo afectan a la salud física, sino que se cobran un peaje emocional y mental. Nos esforzamos por ofrecer un hogar, no sólo una casa: un lugar donde nuestros huéspedes se sientan apoyados en todos los sentidos.”
Con la ayuda de una subvención de 50.000 dólares de nuestro Fondo Comunitario, Sarah’s Guest House renovó un ala recién donada por la Parroquia del Santísimo Rosario, ampliando la accesibilidad y la capacidad para que más personas como Shelly puedan encontrar el refugio que necesitan. Las reformas duplicaron el tamaño de la casa, que pasó de 11 a 22 habitaciones, incluidas cuatro habitaciones totalmente accesibles con sus correspondientes cuartos de baño.
Entre las actualizaciones adicionales se incluyeron un nuevo ascensor y espacios comunes mejorados, diseñados para fomentar conexiones comunitarias aún más fuertes.
“Estoy realmente impresionada por lo segura que me siento aquí”, dijo Shelly. “Hay tres lavanderías, tres cocinas y cuartos de baño privados: todo está diseñado para que los huéspedes puedan vivir con dignidad e independencia”.
El impacto de la Casa de Huéspedes de Sarah va más allá de la experiencia de Shelly. Cada año, la casa acoge a cientos de pacientes y cuidadores que, de otro modo, podrían tener dificultades para encontrar transporte a las citas o permitirse un lugar donde alojarse. La organización ha sido testigo de una demanda creciente a medida que más pacientes viajan hasta aquí para recibir los cuidados avanzados que ofrecen los hospitales e instituciones médicas locales. Con su capacidad ampliada, Sarah’s Guest House mantiene su compromiso de crecer como recurso vital para el centro de Nueva York.
Para Shelly, este apoyo lo es todo. “Si Sarah’s Guest House no estuviera aquí, no sé qué habría hecho. Habría tenido que trasladar mi tratamiento a otro hospital, lejos de los médicos en los que confío, lejos de mi madre que está en una residencia asistida cercana.”
Sarah’s Guest House se asegura de que nadie tenga que tomar esas difíciles decisiones solo. El camino a seguir es claro: trabajando juntos, la comunidad del centro de Nueva York puede seguir proporcionando curación, esperanza y un hogar a quienes lo necesitan.
Fotos de Ben Cleeton