El legado de generosidad de Bud y Nancy Haylor ha estado estrechamente vinculado a la Fundación Comunitaria desde que abrieron un fondo asesorado por donantes en 1981. El Fondo Benéfico de la Familia Haylor les permitió donar fácilmente a causas que les importaban durante todo el año. Los Haylors dieron instrucciones para que, cuando ambos fallecieran, su DAF se convirtiera en un fondo designado para apoyar a sus organizaciones benéficas favoritas durante un periodo de 20 años, y luego pasara a ser un Fondo Comunitario para ayudar a abordar las mayores necesidades de la región en ese momento. Su previsión y compromiso con el lugar que llamaban hogar servirán a generaciones de neoyorquinos del centro.
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