Tucker siempre tenía un plan. Dónde iba y cómo llegaría. Parte de su plan era una educación universitaria. El trabajo duro en la escuela y en su trabajo le iban a llevar hasta allí. Tucker aprendió la responsabilidad de tener un empleo, y de pagar por las cosas que quería, durante su primer trabajo en una granja lechera a los catorce años. Después exploró muchas carreras, eligiendo finalmente el campo de la automoción como su especialidad en la universidad.
Pero Tucker no era sólo trabajo y nada de diversión. Sus intereses eran muchos. Le encantaba estar al aire libre de muchas maneras: acampando, cazando, conduciendo motos y motonieves, por nombrar algunas. Si Tucker no estaba en la escuela, trabajando o durmiendo, estaba fuera divirtiéndose, y siempre se llevaba a sus amigos con él. Su ambición centrada y su energía inagotable inspiraban a todos los que conocía.
Tucker se graduó en el instituto de Cazenovia en junio de 2000. Todo iba según lo previsto, hasta que un accidente de automóvil acabó con su vida apenas una semana después de empezar las clases en la universidad. Los amigos y la familia de Tucker crearon este fondo, que apoya a los Boy Scouts de la Tropa 18 de Cazenovia.
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