Criada en una granja donde la frugalidad era una necesidad cotidiana, Ruth Krull era muy considerada a la hora de administrar su dinero. Creció en una comunidad rural donde los vecinos ayudaban a los vecinos y donde la generosidad sencilla era un hecho cuando surgían necesidades. Ella y su marido Duane, presidente y director general de un próspero negocio de herramientas y matrices, estaban de acuerdo en que, en sentido general, la caridad era una necesidad para llevar una vida plena. Ruth, que trabajaba como contable en Agway, utilizó sabiamente su patrimonio personal mientras vivió. Creó este fondo a través de su patrimonio, sabiendo que sus donativos serían administrados con el mismo cuidado. El fondo proporciona ayuda para mejorar la vida de quienes realmente necesitan una mano y un comienzo útil en la vida.
Ruth, que falleció en 2020, era neoyorquina de Truxton y vivió en el centro de Nueva York la mayor parte de su vida. También pasaba tiempo en Naples, Florida, con su marido y sus queridos loros mascota: Rico y Sonny.
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