Aunque la planificación patrimonial es crucial para promover el bienestar financiero y generacional, la mayoría de los adultos estadounidenses no tienen documentos de planificación patrimonial -como testamentos, fideicomisos o directivas sanitarias- en vigor. Es habitual que muchos de nosotros evitemos este proceso por toda una serie de razones, como la dilación, la idea errónea de que es estrictamente para personas mayores o con mucho dinero o propiedades, o simplemente porque no sabemos por dónde empezar. Para los que ya hemos empezado, es importante recordar que un buen proceso de planificación nunca se detiene realmente.
Una vez establecido un plan sucesorio, la mayoría de la gente espera a que se produzca una transición importante en su vida -como el nacimiento de un hijo, la compra de una casa, una enfermedad grave o el fallecimiento de un ser querido- para iniciar una revisión. La verdad es que nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en la planificación de la sucesión, y una vez que hayas puesto tus deseos por escrito, es una buena idea revisar estos documentos al menos cada tres o cinco años. Aunque tus circunstancias vitales no hayan cambiado, una revisión rutinaria ofrece la oportunidad de reflexionar sobre otros factores que pueden cambiar con el tiempo, desde los técnicos (leyes fiscales) hasta los intangibles (tus prioridades). Al revisar tu plan sucesorio, considera si tus documentos se ajustan a tus intenciones caritativas, especialmente si has plasmado tus intenciones mediante un plan de legado en la Fundación Comunitaria. Un fondo de la Fundación Comunitaria puede ser el destinatario ideal de donaciones hereditarias a través de un testamento o fideicomiso, o mediante la designación de un beneficiario en un plan de jubilación cualificado o en una póliza de seguro de vida. Tanto si optas por crear tu propio fondo de legado como por complementar un fondo de dotación existente que se alinee con tu visión de impacto a largo plazo, los ingresos pueden utilizarse para apoyar las causas que más te importan.
Del mismo modo que hay muchas razones para revisar periódicamente tu plan de sucesión, lo mismo ocurre con un plan de legado. Aquí tienes algunos ejemplos a tener en cuenta:
Las organizaciones benéficas pueden cambiar
Si tu plan incluye el apoyo directo a tus organizaciones sin ánimo de lucro favoritas, una revisión periódica te permitirá incluir copias de seguridad o contingencias en caso de que una organización benéfica cese sus operaciones.
Tú puedes cambiar
Una revisión periódica te dará la oportunidad de controlarte y reflexionar sobre lo que es más importante para ti. ¿Tu respuesta es la misma ahora que hace cinco años? ¿Será igual dentro de una década?
La Comunidad Puede Cambiar
Es muy probable que las necesidades y oportunidades que abordamos hoy no sean las mismas que las necesidades y oportunidades de mañana. Mientras revisas tu plan, quizá quieras considerar cómo puedes incorporar un apoyo lo suficientemente flexible como para responder a cambios futuros.
Tanto si se trata de la planificación del patrimonio como del legado, hay pasos continuos que todos podemos dar a lo largo de nuestra vida para proteger a nuestros seres queridos, apoyar a las generaciones futuras y preservar nuestros legados. La Fundación Comunitaria puede ayudarte a desarrollar -y mantener- un plan de legado benéfico que complemente tu plan sucesorio y evolucione con tus deseos.