Como parte de nuestra serie de eventos de formación continua para asesores profesionales, Susan Schoenfeld se unirá a nosotros en octubre para analizar en profundidad las “cuestiones blandas” de la planificación del patrimonio familiar.
Susan es consejera delegada y fundadora de Wealth Legacy Advisors LLC, que actúa como socio de pensamiento de las familias acaudaladas mediante la atención personal y el espíritu humano. Líder intelectual galardonada y oradora pública profesional, ofrece orientación sobre legado, próxima generación, administración, gobernanza, sucesión del liderazgo y filantropía.
Afincada en la ciudad de Nueva York, es una abogada “en recuperación” y CPA con una profunda experiencia como asesora de familias y family offices sobre las cuestiones humanas de la riqueza. La pasión de Susan es ayudar a las familias y a sus organizaciones proveedoras con las herramientas necesarias para llevarlas a su máximo potencial.
En previsión de la próxima aparición de Susan en octubre, compartimos algunas de sus ideas y lecciones aprendidas al ayudar a una familia con un elevado patrimonio neto a construir un legado filantrópico duradero (los siguientes son extractos de un artículo titulado “Los 5 rasgos principales de una filantropía familiar eficaz”, coescrito por Susan Schoenfeld y Rebecca A. Meyer, que apareció anteriormente en Trusts & Estates/WealthManagement.com).
Una misión clara
Con una misión clara, el vehículo filantrópico de una familia puede llevar adelante los valores de su fundador o promover los valores y la visión compartidos de la familia en general. Una declaración de misión permite a una familia expresar explícitamente su sentido de la responsabilidad ante la sociedad y sus planes para retribuir a su comunidad. Comprometerse con una misión declarada ayuda a la familia a cohesionarse en torno a sus objetivos filantrópicos, pero también puede permitir a cada miembro de la familia apoyar las causas que elija. Por ejemplo, la familia Anderson revisó los estatutos de su fundación familiar para permitir que las distintas ramas de la familia defendieran sus propias áreas de interés siempre que se cumpliera la misión general de la fundación.
Un proceso de toma de decisiones definido
Contar con una estructura definida para la filantropía familiar mantiene la atención en las ideas filantrópicas y los objetivos a largo plazo. Además, designar quién participará en el proceso de toma de decisiones y asignar funciones adecuadas a esas personas ayuda a minimizar los conflictos entre los miembros de la familia. Al adoptar una estructura, es importante que las familias consideren lo felxibles o restrictivas que quieren ser. Los Anderson preferían un enfoque filantrópico colaborativo, pero se dieron cuenta de que, a medida que las generaciones futuras se casaran y tuvieran sus propios hijos, surgirían diferencias naturales entre los miembros de la familia. Anticipándose a esta evolución, incorporaron flexibilidad a su proceso de toma de decisiones y establecieron una estructura de concesión de subvenciones en la que la familia debe aprobar por unanimidad la mitad de las donaciones anuales de la fundación, mientras que la otra mitad la asignan las ramas individuales de la familia. Esta previsión hace de la fundación de la familia Anderson un vehículo filantrópico en evolución que puede satisfacer necesidades cambiantes a lo largo de muchas generaciones.
Diálogo profundo y abierto entre generaciones
Aunque una buena comunicación entre los miembros de una familia conduce a relaciones más sólidas y a una filantropía más eficaz, lo contrario también es cierto. La falta de comunicación suele estar en el origen de los conflictos familiares y el fracaso de las empresas familiares. Las interacciones entre varias generaciones pueden ser especialmente difíciles, y la mayor esperanza de vida significa que las familias pueden tener hasta cuatro generaciones sentadas a la mesa. Los Anderson consideran que la filantropía es un medio importante de implicar a las nuevas generaciones a medida que maduran. Los miembros experimentados de la familia implican activamente a hijos y nietos en la selección de beneficiarios benéficos, lo que da a los miembros más jóvenes de la familia un importante sentido de propiedad y responsabilidad.
Respeto de las pasiones personales
Todos sabemos que formar parte de una familia significa aceptar que nuestros padres, hermanos y primos pueden tener personalidades muy diferentes y una gran variedad de gustos y aversiones. A medida que las familias crecen, el abanico de opiniones se hace cada vez más diverso. Una fundación familiar suele ser más eficaz cuando ayuda a sus miembros a encontrar sus propias pasiones, en lugar de obligarles a ponerse en el lugar del fundador, que a muchos miembros de la familia puede parecerles demasiado grande para llenarlo. Para la familia Anderson, Richard era un patriarca más grande que la vida.
Receptivo a la experiencia externa
La filantropía es una empresa compleja. Pocas personas conocen por igual las cuestiones normativas y los asuntos o causas que una familia puede querer apoyar. Para que las familias alcancen sus objetivos filantrópicos, necesitan experiencia en los ámbitos del derecho fiduciario y fiscal, así como en cuestiones relacionadas con los posibles beneficiarios de las subvenciones. La ayuda de profesionales externos puede ser decisiva a la hora de afinar el enfoque de una fundación u obtener una mejor comprensión de las cuestiones técnicas relevantes.
MÁS INFORMACIÓN SOBRE SUSAN
Susan Schoenfeld aporta a cualquier proyecto una combinación única de experiencia en servicios financieros, oficinas familiares, derecho de planificación patrimonial y espíritu empresarial, y ayuda a las familias con patrimonios muy elevados, a las oficinas familiares y a sus organizaciones proveedoras a crear una cultura centrada en la familia en torno a las cuestiones humanas de la riqueza para impulsar la moral, los nuevos negocios y el balance final.
Tras ejercer la abogacía tanto en el ámbito fiscal como en el de fideicomisos y patrimonios, Susan fue consejera fiduciaria en Bessemer Trust durante más de 14 años, y después trabajó como embajadora de la familia para una family office privada unipersonal, antes de lanzar su práctica de consultoría en 2013 para familias adineradas y family offices.
Susan ganó el Premio al Liderazgo de Pensamiento Destacado en los Premios Family Wealth Report en 2023 y 2018 por “sus numerosas piezas de liderazgo de pensamiento escrito y su participación en mesas redondas y entrevistas”, y fue galardonada con el Premio a la Mujer en la Gestión del Patrimonio en los Premios Family Wealth Report 2020 por ser “una de las pocas mujeres en el circuito nacional de oradores que está guiando a las empresas de servicios financieros y a sus clientes para conectar con el lado humano de la relación con el cliente”.
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